Hola, aquí van las dos reflexiones de hoy.
1.
Cuando se presenta la ocasión de vender la idea de un proyecto que te ilusiona tienes que aprovecharlo.
Un truco: Cierra los ojos y piensa en una piscina de trampolines.
Si cada ventaja de tu idea fuese un trampolín, ¿qué beneficio pondrías en la plataforma más alta?
Concéntrate en explicar ésta: es tu gran salto.
Breve, claro y con impacto.
2.
Un esprint es fantástico como recurso puntual. En cambio, si los nervios y las prisas son la forma habitual de cumplir con los plazos, aquí hay un problema.
Se suele formar un consenso rápido en atribuir el problema a la falta de personal y la mala organización del trabajo (y puede ser que sea así).
Pero considera otra posibilidad: la incapacidad del equipo de aislarse de las distracciones y mantener un ritmo de trabajo vivo y constante a lo largo de todo el ciclo.
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“Los testigos visuales dicen qué salto, caramba qué salto“.